La nueva Xbox 360 no tendrá el clásico fallo de las tres luces rojas porque los informes de error se dan ahora a través de la luz central del botón de encendido y no a través de las luces del círculo que lo bordean. Pero lo importante es que no sólo cambia el modo de avisar, sino que a los cambios internos que ayudarán a prevenir los errores de hardware, se suman nuevos sistemas de prevención.
Así, la consola es capaz de apagarse sola si su temperatura sube en exceso y no está recibiendo la refrigeración necesaria. La consola presenta un mensaje en pantalla avisando de esta situación, e indica que se puede volver a encender una vez la luz de información ha dejado de parpadear.
Aunque esto pueda ser molesto, al menos en situaciones extremas prevendrá que la consola se averíe.
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